Rincón de Antonio

Es el único sitio donde ahora mismo se puede comer en el barrio de santa cruz.
Lo regenta un matrimonio alicantino; las comidad son caseras, típicamente
alicantinas y a buen precio. Se puede comer dentro y fuera, mejor fuera ya que
el tiempo casi siempre acompaña en Alicante. No hay tráfico, con lo que comer
aquí en la terraza ya es muy diferente del resto de ofertas en la ciudad. Tiene
sobre todo una grán variedad de vinos alicantinos, tintos en su mayoría.
Un excelente sitio para comer algo, mas se vienes de pegarte una caminata por
estos alrededores. Su terrazita

Un restaurante con sabor rural en pleno casco antiguo de Alicante, buen servicio, calidad y cantidad son las señas de identidad de éste restaurante de ciudad con sabor a pueblo, en un enclave sin vehículos, es un rincón que no puedes dejar de visitar, a destacar su queso curado disponible de septiembre a marzo (elaboración propia) y el arroz con costra (impresionante).

Probamos un menú degustación de 8 platos, buenos miniplatos, a cada cual mejor. Consiste en comida de autor muy elaborada, juega con texturas, sabores y temperaturas en un mismo plato. Me encanto un plato de garbanzos con boletus todo ello en salsa ajuarriero. Los que sea muy comedores se quedaran con algo de hambre. Recomiendo ir.

La verdad es q nuestra experiencia no fue nada buena...Para empezar tras haber reservado en la terraza intentaron meter a unos amigos q llegaron antes q nosotros en una nesa interior con el aire acondicionado a todo trapo. Cuando nos quejamos y nos dijeron q nos darían nuestra mesa fuera, tuvimos q esperar una hora de reloj respecto la hora inicial a la q habíamos reservado. Nos sentaron en una mesa sin servilletero, donde goteaba agua de un balcón q nos mojaba. Tras decírselo,subieron al balcón,movieron el tubo del aire acondicionado q nos estaba mojando,y al hacerlo cayó todo un chorro encima de la mesa y nuestra bebida...

Malo no lo siguiente. Es una pena que en un barrio tan típico luego termines comiendo en un engaño de estos...

-La carta es inmensa pero preparaos que más de mitad no hay, hablando de vinos y comidas..
-Fueran las peores gambas a ajillo que he comido jamás es mi vida no por estarán mal confeccionadas pero si, porque las gambas sabían a amoníaco si habéis leído bien amoníaco a cuenta de esto llevamos una hora de diarrea y vomitando...
-El arroz estaba muy correcto pero muy poca cantidad para 2 personas.
-No disponen de pago con tarjeta (o no lo quieren poner a la disposición de los clientes...)
-Para cumulo nos han cobrado 10€ demás errar es humano pero con el cabreo que llevábamos ya no tenía perdón esta "cereza".

Muy bien, muy amables, servicio muy correcto, el menú degustación con una excelente relaccion calidad-precio , para repetir.

No suelo hacer mucha crítica, pues considero que sobre gusto los colores y siempre hay que saber donde estas y lo que pagas. Ante todo decir que quizás fue mala suerte o una equivocación del cocinero, pero igual que los entrantes y la carne que tomamos estaba acorde con el sitio, el pescado fue vergonzoso, un olor que echaba para atras. El trato, bien, amables y muy cercanos. Pero considero que esos " fallos" no se pueden permitir sea el restaurante que sea.