La estación de Morzine ofrece numerosas actividades en verano. Yo cogí la opción de descenso de barrancos y no me arrepiento en absoluto: emociones garantizadas! Las rutas son super divertidas, se alterna con deslizamiento de torrentes, descenso de un puente, escalada... uno se pregunta a lo largo de todo el recorrido que va a repetir al final!
De camino a Avoriaz descubrí Lindarets. Que sorpresa ver a tanta gente en esta pequeña carreterita, mis hijos estaban muy impresionados al ver tantas cabras en libertad en este pueblecito. Las cabras se acercan a la gente en busca de cacahuetes. Es un lugar que hay que ver y volver a ver, aunque es un poco difícil encontrar este sitio.