Los viajes a Toledo, capital de Castilla-La Mancha, te permiten conocer el gran patrimonio judío, musulmán y cristiano de esta ciudad medieval. Su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por ser la "Ciudad de las Tres Culturas", está ubicado en una colina sobre un meandro del Río Tajo. El gran patrimonio cultural y arquitectónico que guardan sus calles, desde baños romanos hasta sinagogas y mezquitas. Viajar a Toledo es, desde luego, toda una experiencia a nivel cultural.
Sin duda, la mejor manera de conocer Toledo es paseando por sus estrechas calles, entre edificios medievales y acogedoras plazas. Situado en lo alto de una colina, la mejor manera de acceder es a través de la Plaza de Zocodover, lugar de encuentro y punto neurálgico de la ciudad. El monumento más famoso es la Catedral de Toledo, de estilo gótico. Y aunque es una de las edificaciones más visitada por su belleza a nivel nacional, el Alcázar de Toledo comparte protagonismo por dominar el horizonte. Durante la noche, recibe una de las iluminaciones más espectaculares de toda la ciudad. El turismo en Toledo combina historia, cultura y arte. Se pueden descubrir las obras de El Greco en la Casa-Museo del célebre artista, y su conocida pintura de “El entierro del Conde Orgaz” expuesta en la Iglesia de Santo Tomé.
No puedes visitar Toledo sin explorar su historia judía y musulmana. Debes adentrarte en la Judería, una de las mejores conservadas de España, así como en la Sinagogas de Santa María la Blanca o la Sinagoga del Tránsito. Si quieres profundizar más aún en la historia toledana te puedes acercar al Cristo de la Luz, una mezquita de más de mil años de antigüedad, llena de bóvedas y arcos espectaculares.