Teruel

En los recorridos por la ciudad durante el día que dedicamos a visitar Teruel, dentro del programa de la ruta Ibérica en moto GS, pudimos descubrir algunos de sus atractivos rincones, por los cuales mereció hacer la visita a esta ciudad de Aragón.

Al pasear por sus calles, plazas, puentes y jardines, pudimos admirar el conjunto arquitectónico que hacen de la bonita ciudad de Teruel, de interés cultural para sus ciudadanos y visitantes, por su arquitectura moderna mezclada con arte y arquitectura mudéjar.

Destacan entre otros, el conjunto del Mausoleo Amantes, la Iglesia y Torre

El centro histórico de Teruel es un lugar perfecto para pasear en compañía de los más pequeños, incluso de recién nacidos. Tanto es así que incluso sus mapas turísticos tienen señalizados establecimientos donde disponen de salas de lactancia. Además, todo el suelo es liso, ideal para empujar los carritos. Las calles están impolutas, y el tráfico de coches es casi testimonial por todo el centro amurallado, al estar reservado únicamente para residentes. El paseo propuesto es ideal para disfrutan las maravillas arquitectónicas de la zona, herencia de su pasado mudéjar. También se puede disfrutar de las vistas panorámicas desde el viaducto viejo, saborear la variada oferta de tapas de los bares ubicados alrededor de la Plaza del torico, o un buen chocolate calentito en las tardes de invierno, y descansar en el parque con columpios existente entre la impresionante escalinata neomudéjar (que se puede descender también en ascensor) y la estación de tren. La ciudad también dedica un mausoleo y una Plaza a los amantes de Teruel, lo cual es una excusa ineludible para amenizar el paseo de nuestros niños contándoles una adaptación de la tan trágica como famosa historia de amor de los dos habitantes más famosos de la ciudad.

Esta Ciudad ha sido una de las que, secularmente, han pasado más desapercibidas en la geografía española. Alberga uno de los mayores depósitos de arquitectura mudéjar de nuestro país. Desde que comenzaron con la campaña "Teruel tambiés existe" parece que el número de visitantes se ha incrementado, interesados, sobre todo, por el buen número de edificios de estilo mudéjar que existen en la Ciudad. No obstante, también tiene otros bonitos rincones con los que regalar nuestra vista.

La idea de viajar a dicha ciudad ya suscita expectativas especiales, una vez en Teruel, no te deja tiempo para perder hay mucho patrimonio que ver y está por descubrir a cada rincón que andas, muy fácil de pasear y con muchos sitios que visitar. Su gastronomía es muy interesante y en este caso por experiencia propia aconsejo hospedarse en el Parador Nacional de Teruel, muy cerca de la ciudad y un lugar super tranquilo para descansar. Felíz viaje a los que decidan visitarla se quedarán gratamente sorprendidos.

Por ser la capital de la provincia menos poblada de España (Teruel ciudad tiene alrededor de 35000 habitantes), por la conjunción de estos y otros motivos, esta ciudad es la gran desconocida.

Capital del Arte Mudéjar en el país, la Iglesia de Santa María, Catedral de la Diócesis de Teruel, las torres de El Salvador, San Martín y San Pedro, con su respectiva Iglesia, el mausoleo de los Amantes, la animada plaza del Torico, punto de encuentro de los habitantes de la ciudad. Teruel tiene multitud de atractivos turísticos que la hacen merecedora de una visita.

Ubicada en la confluencia

El camino nos lleva a la primera visita: El castillo de Peracense; es una fortaleza situada en el pueblo que le da nombre, en Teruel. En su construcción se aprovechó la topografía natural del terreno. Se asienta sobre una prolongación rocosa de rodeno, que le da ese color rojizo.Pocos castillos han sido utilizados desde épocas tan lejanas. Las excavaciones arqueológicas permiten asegurar que el solar del castillo ya se ocupó desde el final de la Edad de Bronce, para ser ocupada de nuevo en la época de dominación musulmana, en los siglos X y XI.
En la Edad Media es cuando su importancia estratégica se acrecienta por su posición limítrofe entre los reinos de Castilla y Aragón y de los señoríos de Albarracín, Molina de Aragón y Comunidad de Daroca. El castillo se amplió y se reformó a mediados del siglo XIV.Desde el castillo, vemos las caprichosas formaciones, que abundan por toda la zona.