Este restaurante no tiene pérdida, se ...
Este restaurante no tiene pérdida, se encuentra en la misma carretera general, un poco adelante del Parador de Turismo en dirección a la Plaza Mayor. Es una especie de chalecito que tiene en el exterior unos bonitos jardines con un estanque y una encina centenaria, así como una piscina de verano en la parte posterior (supongo que de uso privado de sus propietarios). Antiguamente era una fábrica, por lo que llama la atención la alta chimenea de ladrillo que se ve desde la lejanía; también es una bodega de elaboración de vino (bajo la D.O del Bierzo), y tienen 5 hectáreas de viñedos propios. Fui a comer este restaurante a tiro fijo, por la buena información de él que había encontrado en internet, y aparentemente en su aspecto exterior tenía buena pinta, pero... ¡casi salgo corriendo al entrar en la casa!
Lo primero que vimos fue la zona de bar, con una barra del año de la polca y un aspecto bastante destartalado. Nos recibió el que parecía ser el dueño y nos hizo pasar al comedor, que estaba a la derecha. Estábamos solos, lo cual me dio muy mala espina. El comedor, carente de cualquier decoración salvo una pequeña alacena de madera, con paredes llenas de humedades y unos radiadores que no funcionaban (era invierno y en esta zona montañosa las temperaturas son bastante bajas, así que hacía frío en el local y comí mal a gusto).
