Cuesta abajo y sin frenos
He sido abonado de este club durante 6 años y la gestión y la organización van en caída dejando mucho que desear. Al ser prácticamente la única alternativa deportiva cercana, las listas de espera son interminables, pero una vez dentro la experiencia no resulta satisfactoria.
Las actividades están claramente sobredimensionadas: resulta muy complicado conseguir continuidad en clases, reservar pistas de pádel o acceder a horarios razonables. En el caso de las actividades infantiles, la calidad es especialmente decepcionante: más parecen un servicio de guardería sin apenas estímulo que una formación deportiva real.
