El monumento más famoso es el Parlamento de Budapest, el mayor icono de la ciudad. Esta maravilla neogótica se levanta sobre la orilla este del Danubio cautiva a todos los que hacen un crucero por el río y ve desde el agua el imponente edificio; y más si es por la noche, cuando se viste con su espectacular iluminación nocturna. Si haces una visita guiada por su interior podrás ver sus salas más llamativas, como la impresionante escalera, la enorme sala de la cúpula o la estancia que guarda la valiosa colección de las joyas de la corona húngara.
Otro de los monumentos más espectaculares de Budapest es la Ópera Nacional de Hungría, un edificio neorenacentista que es toda una referencia mundial en el ámbito de la ópera. Tanto si amas la arquitectura como la música te sorprenderá conocer el edificio por dentro, ¡y más aún si asistes a un concierto! La enorme sala principal, con su espectacular lámpara de araña y el fresco que decora el techo, te dejará con la boca abierta.
Por otro lado, bajo el imponente Castillo de Buda se esconde un rincón lleno de monumentos históricos: el Laberinto del Castillo de Buda, una enorme galería en el subsuelo que alberga distintas esculturas históricas. Si haces la visita por la tarde, las luces de los pasillos se apagan y te entregan un farolillo para que ilumines tu paseo, haciendo la experiencia mucho más emocionante.
Para viajar hasta uno de los episodios históricos más tristes de la ciudad tendrás que acercarte hasta el Monumento de los Zapatos. Este emotivo rincón a orillas del Danubio decorado con zapatos de mujeres y hombres recuerda a los miles de judíos que fueron brutalmente asesinados y arrojados al río durante la Segunda Guerra Mundial. Igual de emotivo es el Árbol de la Vida que hay en el patio de la Gran Sinagoga de Budapest, una escultura con forma de sauce llorón en la que cada una de las hojas tiene inscrito el nombre de un judío ejecutado durante los años que duró el Holocausto.
Por otro lado, Budapest cuenta con su particular Estatua de la Libertad. Este monumento que recuerda la liberación del país hacia el final de la Segunda Guerra Mundial se encuentra en la Ciudadela, los restos de una antigua fortaleza desde donde se consiguen las mejores vistas de la ciudad. Otro rincón que también da testimonio de la influencia de la Unión Soviética en la historia reciente del país es el Monumento a la Ocupación Soviética, localizado en la Plaza de la Libertad.
Una de las zonas más populares de la ciudad es la Plaza de los Héroes, donde encontrarás el Monumento del Milenio, que recuerda a los siete jefes de las tribus que fundaron el país. Podrás ver las estatuas que representan a cada uno de estos personajes históricos a lo largo de la plaza.