Tomarapi

Llegar hasta aquí, significa transitar por caminos de montaña rudimentarios y pasar una noche de vientos fríos en la aldea Tomarapi. Pero mereció la pena el enclave, con una iglesia en piedra decorada con motivos geométricos típicos de la región, con imágenes religiosas en la nave central, rodeada de un atrio que acoge el campanario aparte de la edificación como en la Chiquitanía.

Accedes por un arco de piedra del que parte todo un muro que la protege, en sus esquinas cuatro capillas, con motivos en cerámica, paredes reforzadas con contrafuertes en adobe y piedra, como ayuda al soporte de la misma.