Poco monumento he visto en Soria...
Poco monumento he visto en Soria (aparte de los de Calatañazor), y no porque no los haya, sino porque ya llegamos tarde a la ciudad, y ya habíamos visto lo suficiente en una semana entre Ávila, Valladolid y Salamanca; hay que ir alternando eso con las marchas autóctonas (que eso, por lo menos para mí, es algo bastante importante de la ciudad) y como ésta es la última para del viaje antes de volver a casa, pues hoy, de copitas por Soria.
Empezamos tapeando por el centro, Soria ofrece una gran variedad de sitios de tapeo y vinito, en la plaza (además, son muy dados a estar en la calle, por lo que las mesas de exterior están todo el año); aquí tomamos un par de cañas y tapas, y de aquí a algo más serios, unas raciones de setas al ajillo, o unos tigres de escándalo y así unas cuantas, (que luego seguro que castigamos el cuerpo, y cualquier energía es poca).