Restaurante El Palmar

Lo encantador de este sitio es sentarte en la terraza posterior, junto al canal de riego, con un día espléndido y degustar un arroz a banda con all i oli. El interior es grande y ruidoso, y fuera agradable y tranquilo, hasta tienes la posibilidad de contemplar a una mamá pata con sus nueve patitos recién nacidos, nadar sobre las aguas.

Este restaurante ofrece multitud de menús a elegir, por menos de quince euros te pueden hacer una arroz a banda para dos, una auténtica delicia, además de los entrantes (los entremeses bastante pobres), vino y postre. El servicio encantador y atento por

28 de junio fui a celebrar la comunión de mi sobrina al Restaurante el Palmar, la temperatura exterior era de 34º, hacía un calor insoportable. De primeras pedí una copa de vino blanco fresquito, y el camarero sirvió una copa de vino calenturiento, se le comunicó y abrió otra botella de vino que estaba en las mismas condiciones. El camarero tenia pocas luces, ya que no se le ocurrió poner una cubitera al vino, la cuestión que no puede beber vino blanco, que apetecía por el calor que hacía, en una sala individual con 21 personas, que se fue calentando el ambiente y agonizando del calor ya que el aire acondicionado no funcionaba, por mucho que se lo decíamos al personal decían que estaba puesto, el camarero solo de servir la mesa le caía el sudor a chorros, y seguía insistiendo que el aire estaba puesto.

El restaurante el palmar, para mi opinión deja mucho que desear, este señor solo piensa en duplicar y triplicar las mesas sin tener en cuenta el tiempo de espera ni el trato al cliente, solo piensa en llenar mesas, los camareros y cocineras que son muy buenos van locos para poder atender todo lo que no se puede en el local, te ofrece un menú festivo sin darte otra opción y tarda en el servicio pero a la hora de cobrar no tarda ni un segundo, cuando vuelva al palmar ya se donde no volveré jamás.

Fatal servicio. Si no podéis con tanta gente no lo escojáis.

Arroz duro, más de media hora entre plato y plato. No volveremos.