Playa de Oriñón

Desde la autopista A-8 entre Santander y Bilbao se ve y bordea esta gran playa en la que paré en mi último viaje por esta carretera, y seguro que repetiré, porque la playa de Oriñón es realmente bonita.
Tiene una longitud de casi 1,3 kilómetros, y con la marea baja, la zona con arena es de cientos de metros.
Como pasa en muchas otras playas de la costa cantábrica, la de Oriñón está cruzada por un río, el Agüera, haciendo más divertida la visita a la playa, ya que puedes cruzarlo para llegar a la orilla.
Es muy fácil llegar hasta la playa, tan sólo tenemos que ir hasta el pueblo de Oriñón, y a pie de playa hay un gran aparcamiento para dejar nuestro vehículo.

Una de las playas mas bellas y fascinantes que he conocido , también su belleza esta en el cambio de la corriente dela ria que varía en cada peamar y bajaqmar así que es toda una sorpresa el saber que forma adquirirá la ria. Es fantástico ver el amanecer creo que es una de mis imagenes mas vellas que guardaré en mi cabeza con cariñó, así como las visitas con mis sobrinos a la playa para bañarse . Un sitio muy tranquilo y natural 100%

Año tras año volvemos a Oriñón es una experiencia única. Lo recomiendo, de verdad disfrutar de su playa.

Que decir de Oriñon.. todo lo que pueda decir se queda corto. En esta playa he pasado los mejores veranos jugando con las olas. Pese a ser muy grande, y estar llena de gente, es un lugar tranquilo para dar un paseo...y vaya paseos! A lo largo de su casi kilómetro y medio de largo podremos disfrutar del sol mientras nos refrescamos un poco :)
Un lugar 100x100 recomendable!

La playa es enorme, sobre todo con marea baja. El enclave es espectacular: rodeada de montañas, río a su izquierda, preciosas dunas con vegetación...Muy reseñable el pueblo de Sonabia, al que llegas andando en 15 minutos, y donde encontrarás otras calas y la preciosa playa "la salvaje".

El pueblo por el contrario ofrece pocos atractivos. Se ha construido sin planificación en un alarde de feismo arquitectónico. Los días de sol es una pesadilla con tanto tráfico y coches aparcados de manera anárquica que hace que sea una pesadilla circular o dar un paseo. Por otro lado, quitando los cuatro bares, no hay mucho más que hacer. No hay ni una plaza digna de centro de reunión.

Tranquila y recogida, con un estupendo camping cerquita. Un espectáculo con marea baja.

Esta imagen fue tomada un día de verano, sobre las 7 de la mañana... se esperaba un bonito día!

Las mareas provocan la subida y bajada del nivel del mar, provocando que la ría tenga una corriente de agua sorprendente.