Peñarroya de Tastavins

A escasos 9 km. de Monroyo, se encuentra éste pequeño pueblo a los pies de la montaña, cual glaciar blanco y ocre, que hubiera resbalado por su ladera, ante la presencia imponente de Lo Masmut.
Pueblo con olor a queso de cabra, productos del cerdo y leña de fuego bajo.
Pasear por sus calles empinadas es un auténtico gozo por la belleza de sus edificios de arquitectura popular y la gran cantidad de flores que llenan los balcones.
Otro de sus encantos se encuentra en Lo Masmut, desafiantes "tapias" de roca, en las que gentes de montaña, han dejado varias cicatrices en forma de vías de escalada.

Donde el tiempo se detuvo y con el encanto especial de la sencillez...