El primer lugar donde me emborraché.
Hace unos cuantos lustros, más de los que se pueden contar con los dedos de una mano ... descubrí este singular ... No se como catalogarlo ...
Y allí desbravé mis primeras efusiones etílicas, con vino de Jumilla, y allí tomé consciencia de la esencia de la cultura mediterranea, que aquí aprovecho para reivindicar.
Después de ver constituirse doce veces el congreso de los diputados, sigo yendo a libar las mieles de la tierra y cada vez me gusta más esa mezcla entre lo ancestral y lo post moderno, entre lo milenario y lo hi-tech. Queso con wifi y litro compartido.
Es joven y es antiguo, tradicional y transgresor, tienda y bar, panadería y night club, sala de conciertos con desayano y refugio anticrisis.