Buena casa, y buena gente.
En este alojamiento disfrutareis de la amabilidad, y buen hacer de los propietarios. Mari Carmen hace un bizcocho y mermeladas buenísimas (La de manzana asada, es un pecado, y la de naranja, no se queda atrás ).
Habitacion confortable, con camas cómodas, mosquiteras en las ventanas, secador de pelo, ...... que hacen que estes muy agusto.
Lugar muy tranquilo.
Si os gustan las cervezas artesanas, unos jóvenes realizan una rubia, y tostada, muy, pero que muy buenas, que podeis tomar en el bar ( Solo hay uno, pero es más que suficiente, ya que al mismo tiempo es el centro de reunión del