Albergue Snuffel

Para nuestra estancia en Brujas decidimos alojarnos en el albergue Snuffel, ¡y no pudimos elegirlo mejor! La verdad es que la estancia nos agradó tanto que hemos decidido seguir probando albergues jejeje.

Nada más llegar nos recibió un joven recepcionista que sabía defenderse en varios idiomas, entre ellos el español, ¡qué bien! Muy majo nos lo explicó todo y nos enseñó las instalaciones: Habitación, duchas, baños, cocina, terraza, ...

La cocina estaba muy bien habilitada y en ella había aceite, sal, leche, y varias especias que podías utilizar para cocinar. También un montón de platos, vasos, sartenes, cubiertos etc.

No es que haya estado en el resto, pero estoy segura de que es el mejor albergue de Brujas, y, desde luego, el mejor recuerdo que me llevé de la ciudad (pueblo).

Snuffel es un hostel sin muchas comodidades: el cuarto era de unas 14 personas (pero suficientemente amplio), las escaleras hasta él, estilo belga (estrechísimas), los baños estaban bastante lejos de la habitación (y de hecho para ir había que atravesar el bar) y la cocina no era la más limpia que he visto, pero el ambiente era genial. Como la planta baja funciona como bar (probablemente uno de los bares más majos de Brujas), a veces daban ganas de no salir a hacer turismo y simplemente quedarse allí bebiendo cerveza con el encargado, que además de ser guapo ponía buena música.