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Qué ver en el Madrid de los Austrias

    Qué ver en el Madrid de los Austrias

    Hacer una ruta por el Madrid de los Austrias te llevará en un viaje inolvidable hasta el siglo XVI. Recorriendo las calles más auténticas de la ciudad descubrirás algunos de sus monumentos y rincones más famosos, que están situados en la parte de Madrid que floreció durante los tiempos de los poderosos monarcas de la casa Habsburgo.

     

    La Plaza de Isabel II (también conocida como la Plaza de la Ópera) es el punto perfecto para comenzar. En la misma plaza podrás ver la impresionante fachada del Teatro Real. Si subes por la calle Arrieta, rodeando el teatro, llegarás hasta el Real Monasterio de la Encarnación, de gran valor histórico.

     

    Justo al lado encontrarás uno de los centros neurálgicos de Madrid, la Plaza de Oriente. Si cruzas la plaza caminando por sus jardines repletos de estatuas de antiguos reyes godos y alzas la vista podrás admirar el majestuoso Palacio Real. Este impresionante monumento es uno de los palacios reales más grandes del mundo, y es tan espectacular por fuera como por dentro. En su fachada norte encontrarás los elegantes Jardines de Sabatini y en su fachada sur la impresionante Catedral de la Almudena, el templo más importante de la capital.

     

    Si vuelves sobre tus pasos hasta Ópera, tomando la calle Flora y la Plaza de San Martín de camino a la Puerta del Sol, podrás admirar el Monasterio de las Descalzas Reales. En 3 minutos llegarás a la plaza más famosa de Madrid, donde se encuentra la sede del Gobierno autonómico, la famosa estatua de El Oso y el Madroño y el punto que señala el kilómetro 0, desde el que salen las carreteras nacionales españolas.

     

    Después de hacerte la tradicional foto sobre este punto, puedes ir caminando por la Calle Mayor (haciendo una parada para tomar un chocolate con churros en la famosa Chocolatería de San Ginés) para llegar a otro de los rincones madrileños más famosos: la Plaza Mayor. Todo viajero tiene que visitar esta plaza, caminar bajo sus soportales y comer un bocadillo de calamares en las calles adyacentes.

     

    Si sales de la plaza por la salida que da a la Calle Cava de San Miguel encontrarás el Mercado de San Miguel, perfecto para tomar unos vinos o cervezas y exquisitas tapas. Bajando por la Calle Mayor llegarás hasta la Plaza de la Villa, el centro neurálgico del Madrid medieval, y sede del ayuntamiento local durante siglos. Cruzando hacia la otra acera de la calle Mayor y caminando por la calle Calderón de la Barca llegarás hasta la Iglesia de San Nicolás de Bari, una de las más antiguas de Madrid.

     

    Continuando este recorrido por el Madrid de los Austrias por la Calle de San Nicolás hasta llegar hasta la Calle del Sacramento te adentrarás de lleno en las calles más auténticas de Madrid, donde encontrarás algunos de sus templos más emblemáticos como la Iglesia Catedral Castrense, el Convento de las Carboneras del Corpus Christi, a pocos metros de allí, y la Basílica Pontificia de San Miguel, bajando por la misma calle del Convento.

     

    Si bajas un poco más, caminando por la Calle Segovia conocerás la Plaza de la Puerta Cerrada, donde se encontraba una de las puertas de la antigua muralla madrileña. Desde aquí podrás entrar en la Cava Baja, repleta de bares y restaurantes, y recorrerla hasta las Plazas del Humilladero y de los Carros, también llenas de vida y gente joven, para llegar finalmente a la Plaza de la Paja. En esta plaza en la que vivió la nobleza madrileña durante siglos podrás encontrar la Capilla del Obispo y uno de los rincones escondidos con más encanto de Madrid, el precioso Jardín del Príncipe de Anglona, un remanso de paz en pleno corazón de la capital perfecto para acabar esta ruta.

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