Las fuentes más bonitas de París

París desprende belleza y romanticismo por todos los costados, y las fuentes son una de las muchas formas que la ciudad tiene para expresar su arte. Descubre a continuación las fuentes más bonitas de París y desconecta por un momento del ajetreo de la ciudad.

La fuente más emblemática de París es la fuente Saint-Michel, un enorme monumento localizado en el centro de la ciudad. Esta joya surgió debido a que la fachada del edificio donde se encuentra presentaba un aspecto que dejaba mucho que desear, y por ello se aprobó la remodelación para hacerle un lavado de cara y crear esta obra de arte en forma de fuente. Es la entrada al Barrio Latino y un punto de encuentro muy popular entre los ciudadanos.

Los Jardines de Luxemburgo esconden una joya entre su maraña de árboles. La Fuente Médici es un pequeño trozo de Italia en el corazón de la ciudad. Fue un obsequio a Maria de Médici que mandó construir Enrique IV y hoy en día se ha convertido en uno de los rincones más bonitos y visitados del parque. Tiene zonas para sentarse alrededor y es muy común ver parisinos tomando algo o simplemente descansando o leyendo un libro.

Una fuente que se sale de lo común es la Fuente Stravinsky y no podía ser menos, ya que se encuentra pegada al Centro Pompidou, uno de los edificios más innovadores de la ciudad. La fuente es un festín de colores, con objetos y formas imposibles que honran las obras musicales de Igor Stravinski.

Otra maravilla son las Fuentes de la Concordia, que dan un toque elegante a la plaza de mismo nombre. Cada una de las estatuas que decoran las fuentes son auténticas obras de arte y merece la pena observar una a una detenidamente.