Breña Alta

A pocos kilómetros de la capital de la isla de la Palma, viajar a Braña Alta es trasladarse a un lugar en el que la luz inunda todos y cada uno de sus rincones, un lugar en el que el tiempo no corre, sino que pasa tranquilo y sosegado, un lugar en el que perderse y dejarse llevar por sus encantos y por su gente.

Pasear y hacer turismo en Braña Alta es una oportunidad única para descubrir el alma de la Isla Bonita. La localidad no cuenta con imponente monumentos, pero sus calles y sus casas reflejan la personalidad de la localidad. En su mayoría son casas antiguas, de estilo típicamente canario, la mayoría reunidas en torno a la iglesia. Basta con caminar un poco por sus calles para sentir una tranquilidad alegre que recuerda a la de los claustros monacales.

Una buena ruta de turismo por Braña Alta tiene que incluir una vista a los Dragos Gemelos. Estos dos árboles que crecen uno junto al otro, cuenta la leyenda que son dos hermanos hechizados por una joven de la que ambos estaban enamorados. Esta los regó y cuidó cada día a los dos, porque por ambos sentía el mismo amor. Hoy se dice que por sus ramas corre la sangre de los dos hermanos.

La costa de Braña Alta es bastante breve, pero a pesar de todo cuenta con un pintoresco puerto pesquero y una playa artificial en la que poder pasar una jornada playera.

Para viajar a Braña Alta, lo más recomendable es volar hasta el aeropuerto de La Palma. Este se encuentra a pocos kilómetros de distancia, por lo que no tardarás demasiado en llegar a tu destino. Además hay autobuses que conectan directamente la localidad con el terminal aéreo.

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