La Torre de Yunquera

Algunas veces cuando viajamos nos encontramos con lugares insólitos, que no esperamos encontrar. Es la sensación que me transmiten los visitantes cuando se acercan tímidamente a la pequeña puerta de la Torre de Yunquera. Nadie imagina que pueda ser mas grande por dentro que por fuera. La enorme maqueta del Parque Natural, los expositores con artesanía, productos locales, libros, mapas, todo ello suavemente iluminado y bañado por la agradable música ambiente lo convierten en una experiencia para los sentidos.

Y es que el centro de visitantes es atractivo, pero cuando se sube al museo, con su pasarela circular, con sus aspilleras decoradas, se siente la magia del lugar. La historia inunda cada centímetro, y el recorrido te sumerge en otra época.

La primera vez que vi la Torre de Yunquera me pareció magnífica. Pero no fue hasta que pude visitarla cuando me di cuenta de que estaba pisando historia viva. Aquel lugar ha sido una atalaya natural desde los primeros pobladores de la provincia, y desde romanos hasta arabes han dejado su huella en el lugar.
Actualmente se encuentra restaurada y habilitada como centro de visitantes, museo y además es la sede del Observatorio Astronómico de Yunquera. El interior sorprende pues es mucho mas grande de lo que parece. El museo es pequeño, tiene una planta y una pasarela que hace de segunda planta, muy bonito. Tiene unos 20 expositores, aprovechando las aspilleras desde las que se disparaba en la guerra con los franceses, pues esta torre sirvió de cuartel estratégico para la defensa de Málaga.