Jardines de Santa Clotilde

Los jardines de Santa Clotilde están en Lloret de Mar, y formaban parte de una gran finca de propiedad privada, pero desde 1993 pertenecen al ayuntamiento, en total unas 2.7 hectáreas muy bien cuidados y conservando un aire romántico gracias a sus escalinatas cubiertas de hiedra y a las estatuas de sus sirenas desnudas, algunas con doble cola, que armonizan perfectamente con el ambiente.

Están al borde del mar en una pequeña colina, y el precioso palacete de los dueños de la finca sigue siendo de propiedad privada.

Diseñados a la manera de los jardines del Renacimiento italiano, de los S.XVI y XVII, con estatuas y pequeñas fuentes que acompañan a las hileras de árboles a modo de cortinas, y terrazas superpuestas que aprovechan la pendiente de la colina en que está construido, siempre con el sonido de fondo del agua.

No hay lugar sin rincones mágicos por mucho que estos lleven la etiqueta de " para turismo de masas", el que tiene interés disfruta de lugares sorprendentes que podrían visitarse una y otra vez.
Los jardines de Santa Clotilde son uno de esos lugares románticos que te hacen sentir como en una burbuja verde al borde del Mar.
Entre cipreses, cedros y naranjos, no hay demasiados árboles para que no se entorpezca la vista a las calas desiertas, como la coqueta Cala Boadella , encontramos largas escaleras cubiertas de enredaderas custodiadas por esculturas de sirenas y acompañados por el sonido del agua, como si de la Alhambra se tratara.

Los Jardines de Santa Clotilde, ubicados sobre un acantilado con espléndidas vistas a la costa, fueron diseñados en 1919 por encargo del Marques de Roviralta.

El diseño de estilo renacentista italiano, fue realizado por Nicolau Rubió i Tudurí y actualmente se reflejan las distribuciones del "Cinquecento" y "Seicento".

Yo estuve durante el verano, pero la mejor época para visitarlo es la primavera, y antes de que te sientas perdido dentro de un laberinto, al entrar te facilitan un folleto con la ruta a seguir y la informacióin pertinente a cada punto de interés.

A resaltar

Me encantó!!!Estos jardines son una delicia!!Fue de las cosas que más me gustó de Lloret de Mar, por sus rincones se respira tranquilidad, elegancia, bienestar...Sobretodo corre un aire fresco por allí que es magnífico!!Y con días de tanto calor allí encontramos un lugar donde refrescarnos....Cuesta 4 euros la entrada, pero vale la pena...Hay un rincón donde se puede uno sentar en unas amacas y contemplar el mar...Es fantástico!Muy muy recomendable!!

Están realizados de una forma muy ingenioso a base de terrazas sobre un acantilado con unas preciosas vistas al mar. Uno más de los ejemplos del estilo novecentista de Cataluña con una fuerte impregnación del renacimiento italiano. La tranquilidad que reina en este bello paraje le llena de

Lugar con marco incomparable, no se puede pedir más a un lugar de descanso, paseando entre los jardines, con vistas al mar, el romper de las olas en las rocas y una brisa marina que te acompaña por todo el recorrido, en un ambiente con regusto al siglo pasado.

Es un sitio tranquilo y genial para pasar un rato agradable. Aunque está lejos del centro, unos 20 25 minutos andando.

Para pasar una mañana o una tarde de relax con buenas vistas de una gran parte de la costa brava un lugar para descansar del bullicio y ajetreo de Lloret de Mar.