Isla de los Uros

A estas islas situadas en la parte peruana del lago Titicaca, se llega en barca motora desde Puno. Tienen la peculiaridad de que son artificiales, ya que están construidas con la planta de totora que crece en el fondo del lago entretejida, y periódicamente sustituida por su deterioro en el tiempo. La sensación de flotar se percibe al pasear por ellas, aunque también resultan muy seguras ya que tienen entre dos y tres metros de profundidad, al parecer.
La totora les sirve a sus habitantes, los Uros, de sustento en todos los sentidos: como material de base y construcción de sus cabañas de una única habitación y de sus barcas, y también de alimento, junto con animales de corral y la pesca. También obtienen ingresos de la venta de tejidos a sus visitantes.

Los Uros es la etnia más antigua de Sudamérica, están asentados en Perú y Bolivia en el Lago Titicaca.
En su lenguaje, el “Chipaya” , Uros significa hombres de agua.

Los Uros de Perú habitan en sus islas flotantes de totora en la Bahía de Puno.

La totora es un junco endémico del Titicaca, cuando está verde hay una parte del tallo que es comestible el resto se deja secar. Es totalmente impermeable.

Con él han construido sus islas donde tienen su poblado, construyen sus lanchas, hacen artesanía. La totora forma parte de la vida de los Uros.

Se llega a Puno a través del Aeropuerto de Juliaca. Existe un servicio de lanchas que llegan hasta la isla. .

Partiendo de Puno, Perú, comenzamos a navegar el Lago Titicaca para hacer un recorrido por las ISLAS de los UROS, que en total son 20, el paisaje es diferente, cautiva y hechiza.
Estas islas, que emergen dentro del Titicaca, tan grande que parece un mar y que es compartido por dos países, Perú y Bolivia, tal es su extensión....Son verdaderos paraísos flotantes, hechos de totoras, especie de juncos muy resistentes, que hay por doquier en la zona.
Fueron habitadas por los Uros en un principio, pueblo que tenía sangre negra ,por lo que la leyenda cuenta que era esa sangre la que les daba la fortaleza suficiente para resistir las heladas noches del lago, que está situado a 3860 metros sobre el nivel del mar.