Hennebont

Una muralla hecha ciudad a orillas del río. Esta joya de granito, se mantiene intacta, ha sabido defender la ciudad, frente múltiples asedios durante la Edad Media. Es una ciudad abierta. Toda su muralla está llena de cavidades por las que entrar desde todos los puntos cardinales que invitan al turista a la inmersión en la historia que lo rodea todo. Museos de armaduras, de historia medieval o del caballo, símbolo mismo de Bretaña, lo cubre todo. Sus nobles casas, construidas al mínimo detalle durante los siglos XVI, XVII y XVIII, sobreviven todavía destacando entre el resto como el primer día.