Camarera déspota y sin educacion
Nos encanta el bar, con el entorno lleno de plantas y la música tranquila.
Pero ya es la segunda vez que venimos a comer el pincho de vinagreta( que nos encanta) y la segunda vez que me voy sin comerlo.
Siempre es el mismo problema. El primer día el pan muy blando (rancio) que se caía el relleno, y hoy el pan negro (no de rascar la tostada ).
Se lo comunico a la camarera, y antes de disculparse me dice que o eso o nada. Qué la cocina no me va a hacer uno nuevo.
Tienen que revisar la atención. No puedes poner a una camarera sin educación y carente de otras muchas cualidades para estar de cara al publico.